sábado, 23 de mayo de 2009

Yo participo? vos participás? nosotros...?

Una sociedad como la guatemalteca, con tantas variantes de desigualdad, con tantos accidentes de mala construcción y con miles de heridas históricas que cada uno lleva adentro o muy adentro. Se moviliza en diferentes ritmos y acciones, conformada de una alta cantidad de jóvenes-adultos quienes han sido marcados con tanta precariedad tanto educacional como de formación de criterio y de una postura al saber elegir.

Parto sobre ésto para poder visibilizar como los jóvenes-adultos en la mayoría de los casos tienen nula participación política, no son sujetos de tomas de decisión dentro de ningún ámbito y únicamente trabajan a través de coyunturas residenciales dentro de su realidad, muy ajena a ser vinculante con el acontecer nacional. Pero esta dinámica ha cambiado, donde han sido pinchados con un tanto de indignación, independientemente a su posición económica, donde han sido empujados a las calles a expresarse, a gritar y hombro a hombro cargan mantas, pancartas y afiches, técnicas muy repetidas, por decirlo asi, miles de veces por el movimiento social conformado de dinosaurios de izquierda y también por jóvenes-adultos con neuronas revolucionarias.

Pero todas estas semejanzas en accionar tienen sus diferencias, los nuevos revolucionarios han lanzado campañas a través de la herramienta de comunicación, donde las redes sociales han sido saturadas por miles de grupos, comunicados, nuevos ídolos/martíres y un sin fin de causas que antes eran propias del sector artístico, medio ambiente, enfermedades, etc. Para hacerlas de ellos y ellas, y éso creo que está bien, muy bien, es agradable a medias ver como la situación a generado una descarga de sentimientos buenos y malos para la realidad nacional, ese mal despertar que miles han tenido y que ahora visten camisetas blancas.

Lo califico como “mal despertar”, sencillamente porque están participando, pero ¿bajo qué criterio?, ¿Con qué propuesta?, y si tuvieran respuestas positivas, ¿es de una manera incluyente?, ¿En qué momento, piensan ser una sola masa blanca y ya no dos?. Porque sencillamente si la tanatada de firmas presentadas en el Congreso, procedieran y se diera viaje a su solicitud, ¿qué harían?, ¿Ya tiene un plan de seguimiento?, ¿Están listos y con el suficiente criterio para no asustarse?, y ¿qué le dirán a esa mayoría, que sobrevive con esos placebos de plástico que les regala el gobierno una vez a la semana?.

Finalmente, no es solo sumarse, unirse y reaccionar, es también responsabilizarse por la participación, comprometerse a la autoformación y buscar dentro de cada uno y una el criterio más justo no solo para lo micro, sino para lo macro. Porque si lo anterior, no está dentro de los planes, pues es mejor que sigan agregando causas dentro de sus perfiles en la comodidad de su casa y se deje de estar revolviendo tan irresponsablemente las aguas turbias de este hermoso y convulsionado país.


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