lunes, 30 de abril de 2012

Juegos Perversos

Arrancarme las pestañas, provocarme empujones por todas partes, arañarte la vida y mientras la intensidad nos dure, revolcarnos y tenernos hasta el último aliento.  Vos volteas, sin resistencia gritas y me buscas algo dentro de la piel, lo guardas dentro de un pañuelo roto como recuerdo de algo que no sucedió.  Mis mecanismos de defensa lo he dejado fuera de todo ésto, quise apostar hasta la última gota de lágrimas en mis sensaciones y en las ganas que se han apilado en los burós de tu habitación.

Amanece, el sol no se anima y vos sin decir nada, entre sudor y pudor me abandonás.  Despierto, sé que no estás, sin siquiera buscarte, simplemente lo sé.  Ahora llevas años, tratándote de sanar, pero no hay pósima que te sane, esa última mordida que te dí.  

A la distancia la llevo de recuerdo y cuando te sangra, la misma emoción me llena y revienta la piel, sólo que ahora, ya no necesito de vos.

martes, 24 de abril de 2012

Bajo cierta velocidad

Entre tierra árida, bajo árboles pastosos de secos, con ramas que resisten con la consigna de ser, estar y demostrar que la arena también es buena.  Unicolores, llenándose de oxígeno para producir algún color y no parecer un grumo entre las piedras y la soledad.

Nulos arbustos, ellos decidieron migrar, no se sabe dónde pero las promesas de los reptiles fue ir a buscar agua y despegarse del sol con sabor a destierro.  Pedazos de paredes sin anuncios fragmentan el paisaje, bardas sin sentido marcan territorios y un par de familias se cubren del sol con la indiferencia que dejó de permeables los discursos de politiquería barata.

Los kilómetros infinitos, mixtos y compartidos entre chatarra, mercancía y personas que buscamos algo, que sabemos no está en nuestro destino de hoy.  Ése que se quedo pegado con un imán de recuerdo de algún viaje ajeno, en el refrigerador.  Todo pasa, todo nos traspasa.

martes, 17 de abril de 2012

Blues y un poco de luz cegadora

Cerca, tan cerca que me topa la nariz de forma repetitiva y porque no decirlo, en una forma enfermiza.  La visión se ha hecho nula, ya los recuerdos topan y vuelven a empezar sin pausa, y ni siquiera uno de esos anuncios antipiratería que tanto odio, logran cortarla.  Los juegos se quedaron para los jueves y desde que existe la ley antivolumen, hasta ese día se ha anulado en el calendario.  

Toda la gente se queja, entre mensajes cortos y pancartas en los autos, los cromos pintan las paredes de las colonias de la "gentebien" y el resto que tomamos la ruta Proyectos desconocemos porque tanto es el alegato.  Los rebaños se peinan, se asicalan entre quejas y envidia, salen por las noches, llenan las banquetas de tanta mierda y consigna de mundos mejores pero no sobrios, es allí donde la realidad se rie de los sueños provocados por la gana de decir algo.

¿Escuchan el silencio?  ¡Pues se escucha! cuando se cruza la calle, se cambia de banqueta y se empieza a soltar los brazos, es una musiquita que no embriega pero hace cosquillas en la parte curva (dirían por allí) del ser maquilado de ganas de sobrevivir en la jungla de concreto, pintado de negro, más que de blanco.

Así perseguimos todo, entre las manchas, desamores y ganas de pertenecer a algo que ni dormido es.  La consigna termina cuando ya no hay para ajustar, y un baile patético de un par de amantes transitorios llama nuestra atención, es allí donde nos distraemos del discurso planfletero y volvemos a ser, simplemente ser, nada.  La luz nos quema, nos vestimos y empezamos a caminar, esperando llegue la noche y jugar a ser alguien, como nos han enseñado nuestros dueños.

martes, 10 de abril de 2012

Océano

Como espejismo, creció frente a mi.  Las arenas hicieron su mejor trabajo, se unieron entre colores e intensidades.  El agua se puso quieta, los grises se fueron al fondo para dejar a la transparencia lucirse.  Los peces voltearon, entre indiferentes y con ganas de volver hacia la orilla.
El sol jugo a tornarse atardecer para que las energías salieran relajadas.  Me llene de pintura las manos y maquille un par de nubes, ésas que te gustan adivinar.  Los azules se abrieron y dieron paso a las estrellas robadas del otro lado del planeta.  
La soledad la ocupó mis sueños.  Y el olvido hizo su tarea también, esperando algo, sin saber qué.

martes, 3 de abril de 2012

Arena y luz

Mis manos han dejado de buscar.  Los pies los tengo pegados a las nubes con formas extrañas y que saben tan raro, últimamente.  Mis pensamientos los empeñé por una nueva tabla de surf.  El mar es mi nuevo destino, quieto, bien quito, lo suficiente como para dormirse en él.

Vos, seguís en el pequeño aparador, junto a otro montón de pendientes que ahora no pienso atender.  He hecho miles de historias de viajes con piratas y un par de canciones patéticas que ahora suenan en la radio fresa de la ciudad.  Así han pasado estos días, hablando de nada, porque hasta la soledad se ha divorciado de mis crisis existenciales.

Han pasado semanas, choques en banquetas y un par de barriletes perdidos de noviembre vienen a mis paisajes, vos llevás tiempo sin venir y yo tengo años de estar acá con el cuerpo cubierto de arena que a veces deja de picar y simplemente, nos duele.