martes, 31 de enero de 2012

Cursi y ridículo

La medida necesaria.  Tan embriagante, que cuando se despierta no se sabe cuánto tiempo se quisiera estar más en ese sitio.  Los vacíos se hunden, se unen y son esperas completas de agua dulce y amaneceres en canoa.  

La vida se suaviza, nos sirve de canal y en momentos se usa de excusa.  Es todo aquello que utópicamente nos hemos heredado, bajo la consigna que nos traerá meteoritos y lunas llenas eternas, con un leve roce de corazón y corazón.

Se deja de mal dormir, las sonrisas surgen a la distancia y las ganas arropan en esas noches de que al lado no se está.  Así pasan los días, pensando, flotando a ratos y con palabras sueltas se construyen universos completos.  El conjunto es deseado, los tejidos se vuelven bandas anchas de miles de colores, con papelitos de mensajes con dedicatoria, lejos del anonimato, lejos de esos murmullos sin razón de los/as curiosas.

Así pasan los días, junto al amor con pinceladas de cusilerías y ridiculeces, que sólo él provoca y descifra.

lunes, 23 de enero de 2012

Cristales en mi cabeza

Detrás de los ojos, sé que está.  Llevo días con un miedo nuevo, a parte de los que desde niña tengo y que la realidad alimenta día con día.  Han dejado de llorarme los ojos, el alma se ha vuelto porosa y las sensaciones corren como infantes alrededor de un pastel de chocolate.

Mal duermo, deje de soñar, un día desperté y no estaba ningún recuerdo circulando en la habitación.  Los globos de colores se estancaron en las esquinas lejos de la ventana y el vecindario dejó de espiarme por debajo de la puerta.  Me recomendaron agua tibia con limón, flores en el recibidor y galletas de harina morena, pero nada de éso ha dado resultado, creo que hasta la dislexia me ha perdonado.

El televisor lo he vendido y del control remoto hice un monopatín con cojínes.  El sillón lo tiré al río y ahora es una bonita lancha de verano.  Las postales que me enviaron las hice una frazada para el perro, ése que deseo desde que un día uno me mordió.  La complicidad se quedó detrás del vidrio, en cubículos divididos en suspiros y ganas de ser.  Todo cambió, un día cualquiera, desperté y el ahogo estaba allí.

Ahora tejo hamacas, las cuelgo a la orilla de la cama, deseando un día una pesadilla me haga despertar y finalmente caiga.

martes, 17 de enero de 2012

Entre cuerdas vocales

Mi cuerpo se mueve, sin deseos de controlarlo, mi mente vuela, los ojos sobran y las manos buscan a los astros que cubren el universo.  Las nubes me guían, mis pies flotan al ritmo de las notas musicales, con los bajos que desgarran desde adentro.

Parándome, lejos y con el viento estático, recordé y dí miles de vueltas en espiral, rompiéndome en moléculas y sonoros acordes, respondiendo a cada una de las letras y que sólo el corazón con dejos de taquicardía, avala.  Las culpas se van, no hay tiempo sólo historias, que flotan y le dan sentido a la voz.

Esa voz que sube árboles, toca estrellas y sale de tu boca, muy cerca de mi, pegada a mi alma, que afirma lo que hoy quiero, con tu canción de agua tibia de manantial.

lunes, 16 de enero de 2012

Con un clip

Sin tanto color, un clip cualquiera.  Recogí las mejores fotos, las vidas que construía, los versos que dediqué y las canciones que miles de veces canté a solas.  Todo allí, apelmasado como baratija de puesto de universidad, en un fondo unicolor.

Tomé todo, deje de pensar en los personajes, deshilé los bordados de lentejuela y dentro de una bolsa gris con tu recuerdo calado, te fuiste. 

miércoles, 11 de enero de 2012

Núcleos de Árboles

Fuerte, enormes y haciéndole cosquillas al cielo, se esparcieron por el lugar.  Combinaciones de tierra, arena y piedras transparentes los rodean y ayudan a filtrar el agua de lluvia.  Las nubes se mueven, se esparsen a su compás, sin emitir sonido están allí cubriéndoles del duro sol de verano.

Las aves parten de los espejos de agua estancada, con grandes reflejos se ven justo al fondo, donde los peces se esconden de la materia y de las hojas secas.  Pedazos de frutos vuelan, entre abismos de guerras entre monos sin alas y mariposas de enormes colas que trepan, sin tocar las cortezas.  Todo grita, con murmullos que no caen al suelo, diciendo que se está vivo y que confirman que todo existe, lejos de la mirada del mundo.  

Por las noches las lunas salen, acarician a las tortugas y le desean buena suerte al resto que migra por el calor o las ganas de arena blanca.  Miles de estrellas explotan al borde de los cerros, sin parar con olor a viento helado.    Milenios avanzan, se tejen y arman ciclos que maduran las flores y abonan las enredaderas que sirven de túneles a los insectos morados y es usado como reino por el escarabajo azul.

Todo pasa, nada queda, los elementos hacen su trabajo, los árboles calman las energías y las almas perdidas llegan al fin, para ser alimento de ranas y sellar copullos de orugas.

lunes, 9 de enero de 2012

Parpadeo

El cielo no existía, el límite se había fugado con una mejor amante y una vieja hamaca nos cubría del pasto, las miradas y el pasado.  El sol doraba la piel, el viento hacia travesuras con tu cabello, y vos lo ayudabas enredándotelo en los dedos.  Mientras, yo trataba de llamar tu atención, traer tus sentidos a mi voz y que tu piel desnuda sintiera cada una de las palabras que quería leerte y había marcado con puntitos de caramelo, la noche anterior.

Pero vos, reías, afilabas la mirada y me empujabas hacía vos, cantando canciones dulces, diciéndome que otro día podría ser y que hoy querías ver estrellas y volar un rato antes que oscureciera.  Qué tenías ganas que nos fuéramos lejos a donde nadie más existe, las ganas se tensan, los deseos se pegan a los vidrios y los olores salen con un ritmo seductor.  Que te contara otras historias, ésas que a pedazos te escribo, y que si lo hacíamos, finalmente me enseñarías esa libreta donde habías hecho un pequeño mapa para recordarme, mientras estuve fuera. 

Y así pasamos la tarde, vos jugando con tu cabello y me invitabas a irnos, y yo con trozos de cuentos robados, listos para leértelo al oído y hacerte erizar el corazón, en un parpadeo.

jueves, 5 de enero de 2012

Una noche sí, las otras a veces

Mientras vos jugabas con la energía eléctrica y te empecinabas en llenar la habitación de luz.  Tratando al mismo tiempo de encontrar tejidos de algodón que me cubrieran el cuerpo, en el vestidor de disfraces infantiles.  La habitación se dibujaba con la sombra de la lámpara, que se balanceaba de un lado a otro por el frío, trayendo a las almas del infinito a este mundo terrenal. 

Donde a ratos te desesperaban los silvidos que salían por la ventana a otras ventanas para hacer cosquillas y recordar.  Mientras el interruptor te jugaba malas bromas, y los juegos prohibidos se despegaban de las paredes.  Se escuchaba el ruido de un par de gatos que se tiraban del tejado al vacío por problemas económicos.  Los recuerdos de la otra habitación llamaban a la puerta, sin que vos los pudíeras escuchar.  La ausencia de la luna te helaba provocando que la luz se te escurriera de las manos.

Mientras todo éso sucedía, yo lloraba bajo las sábanas a tu lado, fingiendo que era un sueño hecho hipo que me lo provocaba.

martes, 3 de enero de 2012

Nudos que chocan

En un sobre de tela, al fondo de la torre de películas sin ver.  Sin esperarlo, las energías lo trajeron hacía mi, como regalo de todo, como regalo de nada.  Esa nada que duele como hueso reconstruído en época helada.

Sin gana, lo abrí.  Salieron los polvos de muchos y muchas, las chispas de lo que no dije y pedacitos de historias en blanco y negro, a través de una ventana en movimiento con olores de anís, jamaica y clavo aromatizador.  En forma de curvas salieron las ideas, se hicieron grandes petates, arañas de remolinos olvidados, sentimientos de infancia reprimidos y un par de libros robados de la biblioteca.

Como un conjuro, de a golpes me fui enredando, con trenzas enormes, tejidos fuertes con cuentos de aldeas de las orillas del país y cánticos de lucha que hacen hervir el agua.  Justo antes de que los sentimientos me llevaran dentro, me descasacaré, convirtiéndome en manta cruda con olor a milpa fresca.  

Fue entonces, cuando el futuro se me hizo laguna verdosa con árboles que recobran y paisajes infinitos.