martes, 30 de septiembre de 2008

Del otro lado: Bitácora de Viaje


Come away with me in the night

Come away with me
And I will write you a song

Come away where they cant tempt us
With their lies

I want to walk with you
On a cloudy day
In fields where the yellow grass grows
knee-high
So wont you try to come

Come away with me and we'll kiss
On a mountaintop
Come away with me
And i'll never stop loving you

And I want to wake up with the rain
Falling on a tin roof
While I'm safe there in your arms
So all I ask is for you
To come away with me in the night
Come away with me.

::::cuándo dirás que sí?
(Come away with me / Norah Jones)

lunes, 29 de septiembre de 2008

Carta a un tal Manuel José Arce

Por: Marcela Gereda/Elperiódico

No sé qué le pasa estos días al mundo Manuel, pero en vez de hacerse más humano y más ancho, se nos hace cada vez más angosto y más solo. Cada vez le negamos más la posibilidad a los otros de hacer y crear mundo.

Cuando mis noches son largas y pesadas, me da por caminar por una de las calles donde tú viviste. Una que te hizo sentir como sentiste y soñar como soñaste. La misma que fue testigo de tus luchas y tus búsquedas. La que ahora te echa de menos. Esa de ecos largos y precisos. En “El callejón del Fino” me da por imaginarme tus conversaciones y tus carcajadas. Ahora el lugar es espacio de esos tantos transeúntes de la ciudad donde la vida se hace a partir de la economía informal: cuidadores de carro, prostitutas, pandilleros, indígenas marginados, vendedores de droga, de fruta y limpiabotas.

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Fragmentos Sueltos: El Gato

De: Juan García Ponce

Alma se agita en el sueño, cambia de posición sin abrir los ojos y finalmente vuelve a quedarse inmóvil con el pelo castaño tapándole la cara y el cuerpo descubierto.


Andrés ha dejado de leer al empezar a revolverse ella y ahora la mira. Su mirada es tierna y curiosa, como si en la figura de Alma encontrara algo perfectamente conocido que ama y admira y que, al mismo tiempo, no deja de sorprenderle. Abandona el periódico en el piso, se sienta en la orilla de la cama con mucho cuidado, le acaricia apenas un hombro a Alma y vuelve a quedarse inmóvil, mirándola.

Las dos figuras quietas entre los objetos del cuarto parecen se de nuevo parte de un cuadro, siempre fijo y abierto a la revelación.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Celebración de la voz humana

Por: Eduardo Galeano

Los indios shuar, los llamados jíbaros, cortan la cabeza del vencido. La cor-tan

y la reducen, hasta que cabe en un puño, para que el vencido no resucite.

Pero el vencido no está del todo vencido hasta que le cierran la boca.

Por eso le cosen los labios con una fibra que jamás se pudre.


miércoles, 24 de septiembre de 2008

Viaje a la vuelta de la esquina

He pensado mucho en tí, tanto que recuerdo las frases chistosas y tus risas de alboroto, donde tiras la cabeza hacía atras, te pegas las manos al cuerpo para luego llevártelas a la boca y así evitar que se te miren tus dientes pequeños, amarillos por la vida y separados por la infancia.

Y hoy es más fuerte, mientras la carretera me desplaza, me deslizo en ella al reverso en un carril derecho tan nuevo a pesar de que sé de memoria las curvas a pesar de estar rompiendo la rutina que los habitantes están tan acostumbrados, porque las perspectivas no son limitadas, de eso me he dado cuenta y ahora lo vivo, las busco y trato de ver la mayoría y así entendernos y dejar de fingir para así liberarnos de tanta azaña de lo que ya no es viable.

Sigo en la espera...


Scientist de Cold Play (La canción ideal para ésto)

martes, 23 de septiembre de 2008

Del otro lado: Bitacora de Viaje

...dejando la teoría y pasando a la práctica. En un solo cohete en busca de un nuevo planeta!


Eres para mi (desde el día que te ví) - Julieta Venegas y La Mala Rodríguez)

miércoles, 17 de septiembre de 2008

viernes, 12 de septiembre de 2008

Fragmento del Libro de los Abrazos

Por: Eduardo Galeano

El miedo seca la boca, moja las manos y mutila. el miedo de saber nos condena a la ignorancia; el miedo de hacer nos conduce a la impotencia. La dictadura militar, miedo de escuchar, miedo de decir, nos convirtió en sordomudos. Ahora la democracia, que tiene miedo de recordar, nos enferma de amnesia; pero no se necesita ser Sigmund Freud para saber que no hay alfombra que pueda ocultar la basura de la memoria.

martes, 2 de septiembre de 2008

Constantes dialécticas (4)

La canción suena…suave…sabiendo ya de memoria cada uno de los ritmos del piano, donde sé perfectamente los silencios justos que le dan oxígeno a los altos, para así entrar leves violines que me hacen erizar y ese eterno vaivén del acordeón que le pone la rapidez seductora del pensar y soltarme de una sola vez.

Soltarme…sí, extender los brazos, sacar la sonrisa, cerrar los ojos, abrirme espacio en medio de tanto caos, interrumpir las caminatas de los demás y dejarme llevar. Porque con esa canción que suena, el mundo se me hace tan chico y tan explorable para volar y dejarme guiar de la mano de los recuerdos, risas, aromas y esa canción que suena.

No sé que tendrá, sé que tiene un embrujo que me hace aliviar y respirar. Porque cada vez que doy play, me he preparado para este torrente y en ocasión porque he de mentirles, se me olvida lo intenso de la melodía. Ya que con sólo pensarla el corazón se me comprime, es donde los brazos piden viento, donde mis ojos desean soñar, es donde mis pies brincan con tanta gana y pues es donde mi alma recuerda y me hidrata la piel con viejas escenas que me hacen en ocasiones y en silencio, hasta llorar.


Esta es la canción que suena y ... (La Noyee, Yann Tiersen)

Del otro lado: Bitácora de Viaje

Tal vez no ser es ser sin que tú seas,
sin que vayas cortando el mediodía
como una flor azul, sin que camines
más tarde por la niebla y los ladrillos,
sin esa luz que llevas en la mano
que tal vez otros no verán dorada,
que tal vez nadie supo que crecía
como el origen rojo de la rosa,
sin que seas, en fin, sin que vinieras
brusca, incitante, a conocer mi vida,
ráfaga de rosal, trigo del viento,
y desde entonces soy porque tú eres,
y desde entonces eres, soy y somos,
y por amor seré, serás, seremos.

* Soneto 69

lunes, 1 de septiembre de 2008

Del otro lado: Realidades inmediatas

Existen varias cosas que no me sorprenden, creo que la rutina hace eso pero también hay un sin número de cosas que por más que las sepa me causan cierta parálisis ya sea buena o mala. Y pues este fin de semana no fue la excepción, luego de un viaje relámpago, un libro ideal, encuentros de viejos amigos y un escenario violentado me quedan varias ideas sueltas en la cabeza. Ese sitio donde pasé parte de mi vida en trozos donde las vacaciones era la excusa perfecta, pero esta vez fue un acontecimiento que no deseo plantear acá pero me llevó de vuelta luego de cuatro años de mi ausencia en esos lados del planeta.

El contexto cambió, mucho, creo que bastante, paredes sucias con marcas de pandillas, casos altos de secuestro por tráfico de órganos, limpieza social de vendedores y niños huérfanos, mallas electrificadas de los "afortunados" para cuidar sus jardínes, educación mediada, un candidato que es "la esperanza", esa dolarización que no aliviana sino que ahorca creando más brecha de desigualdad, viviendas remodeladas con cajas de cartón, polícias y militares combinados sin estructura ni idea de mando y la lista continúa se los aseguro. Esta es la realidad inmediata que estuve viendo y a ratos viviendo con testimonios de viejos amigos en lugares que ahora han cambiado tanto que parecen otros, hago la conversión no sólo monetariamente sino de los escenarios y pues tras una leve sensación amarga en la boca, concluyo que estamos próximos a vivir eso que tanto miedo me causa y que las cosas sí pueden ponerse mucho peores.

Pero a pesar de tantas cosas y realidades, queda la esperanza y los esfuerzos de tanta gente por proponer, de tanto estudiante que sigue vigente en proyectos reales sin tanta fumada de porquería, tantos sectores afectados que no duermen maquinando cosas y apostando todo por un cambio, donde saben que no será de la noche a la mañana pero que siguen constantes y lo más importante trabajándolo, llevándolo a esa práctica que en ocasiones se envicia y que acá en Guatemala se queda en los bares teorizadamente no aplicable.

Y concluyo entre humo, tratos, recuerdos y esperanzas esa convivencia fugaz y enriquecedora donde casualmente llegue, encontrando un fragmento que me reconfortó, kilómetros antes de la frontera, dentro del libro que me acompañó: ...El país es también gente conmovida, manos abiertas, hombres con sentido de la tierra, tipos con suficiente coraje como para recolectar nuestra inmundicia*.

Finalmente, antes lo y los recordaba con una sonrisa un tanto pícara, hoy luego de todo, de ver tanto me causa una leve sonrisa semiamarga, donde me preocupa los que deje allá y que siento que ví el futuro próximo y nada ajeno de Guatemala.


* (Gracias por el Fuego, Mario Benedetti)