martes, 10 de abril de 2012

Océano

Como espejismo, creció frente a mi.  Las arenas hicieron su mejor trabajo, se unieron entre colores e intensidades.  El agua se puso quieta, los grises se fueron al fondo para dejar a la transparencia lucirse.  Los peces voltearon, entre indiferentes y con ganas de volver hacia la orilla.
El sol jugo a tornarse atardecer para que las energías salieran relajadas.  Me llene de pintura las manos y maquille un par de nubes, ésas que te gustan adivinar.  Los azules se abrieron y dieron paso a las estrellas robadas del otro lado del planeta.  
La soledad la ocupó mis sueños.  Y el olvido hizo su tarea también, esperando algo, sin saber qué.

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