jueves, 26 de marzo de 2009

Erase una vez

Erase una vez, en un país con muchas buenas intensiones pero con poca justicia para todos y todas, que tuvo a un ser valiente, un ser tan inocente y de alma pura, que lleno por completo de alegría el hogar que lo recibio como parte de esa familia, que sin siquiera sospecharlo se volvió la esperanza de vida de todo el país y que puso un pequeño detonante en cada corazón de sus habitantes, quienes vivian tratando de olvidar tras la rutina, necesidad y falsas promesas, esa realidad inexplicable. Su valentía surgió como resultado de luchas de poder, de ganas individualizadas e intereses sectoriales, donde su conciencia ignoraba ese terremoto que había secuestrado cada rincón del país.

Luego de una batalla campal, de una guerra con un único bando, salió herido, donde no terminaba de entender los porqués, las necesidades de esa casería de brujas y donde su corazón dejaba de latir con la fuerza que necesitaba para seguir creciendo. Pero éso a él no le importó, él seguía luchando a pesar de saber que volvería a ese contexto que lo había arañado, sencillamente porque creía que las cosas sí iban a cambiar, porque había salvado al único ser que le había enseñado que tan grande es el amor y porque sabía que su misión era sembrar esperanzas que empujaran a la gente a luchar por ese amor que había sido escondido en los viejos archivos del gobierno y algunos grupos de poder.

Nuestro valiente personaje, no logró retornar, su corazón dejo de latir y sus ganas fueron transferidas a otras dimensiones, para volverse más fuertes y ser tejidas en una red de coraje, valentía y ganas que envuelve a esa población que ya no quiere olvidar, que ya no quiero más sometimientos y que ahora, llenos y llenas de esperanzas, maquinan salir a las calles a exigir se les ha robado, no solo a nombre propio, sino con el nombre de Anthony Josué Rosales Morales, de 2 meses de edad, quien nos enseñó tanto a pesar de que nunca lo conocimos.

1 comentario:

Juan Pa dijo...

La filosofía barata de nuestros políticos hace que en nuestro país, un bebe, sí, un ser irracional se convierta en ser más racional en medio de este caos. Un martir más dijo alguien, puede ser. Pero estamos hartos de crear momunmentos y nuevos martires para que el pueblo crea que así saldremos adelante. Hartos de ser las ovejas del montón que matan sin compasión a lo oveja negra. Esperanza, es lo que nos queda.