martes, 3 de marzo de 2009

Cotidiano (2)

Dentro de mis múltiples auto-terapias se encuentra, ordenar mis ideas, bloquear ciertos sentimientos y saber canalizar en otras acciones todas esas cosas que odio tanto. Pero justamente hoy, quiero ser honesta conmigo misma y sacar cosas que me han circulado por la cabeza.

Sencillamente, te odio...odio cada palabra que me dices entre abrazos y cariños fingidos. Odio, esas caricias y falsos ojos de amor que te mandaste hacer hace algunos meses y ahora compartes hasta con las personas que te han ayudado a construir tu vida. Explícitamente, odio esas mentiras de novela mexicana sobre tu felicidad, donde la interpones de tal manera que lo te preocupa es que no se visibilice y quede archivada. Odio, odio y conste que pocas veces lo he hecho, ese teatrito barato de a centavo, donde tus actuaciones y la de tu sombra son tan malas como un chiste de moralejas.

Pero bueno, no quiero ya nada, no pienso ya esforzarme y simplemente me dedicaré a observarte, a fingir que te quiero y a engañarte que te creo, mientras sigues mintiéndote y tratas de meterte al cuerpo, hasta con calzador, todas esas fantasías de "patrones de vida", que ahora son tu única verdad. Porque, no te pedí nada...sencillamente quería que respetaras y fueras un tanto más coherente para así dejar una vez por todas, ese discurso de porquería, que cantas hasta cuando duermes.

No hay comentarios: