sábado, 24 de mayo de 2008

Del otro lado: El ultimo despegue para el cierre de parentisis


Salen de su escondite..donde la luz de la ciudad las va a desnudar y todos las van a ver, podría decirse que todos, pero es una exageración, algunos podrán, otros fingirán y otros no generarán más que descuido o desdén de algo que han olvidado atrás para no poner atención.

Porque aquella noche no es cualquiera y causa ese eco en la caja toráxica, sientiendo como que se va a estallar y el corazón saldrá sin tanto anuncio corriendo al lado de los recuerdos que se han dejado junto al buro de amores correspondidos, donde el duende del chocolate sigue soñando y la luna sigue tratando de convertirse en estrella para lograr brillar con luz propia, mientras esa marañan se sigue apretando y el hala, hala eterno de lo externo provoca esta sensación de vomitar que te destroza hasta aquel pedacito de quezo que sobro y lo guardaste en el refrigerador.

Dándole una pequeña entrada a la añoranza, a la soledad, compasión y esa gama de sentimientos que ahora no soy tan ajena y extrañaba tanto que me corrieran por la piel que hasta en medio de la rumba salen y las canciones me hacen rebobinar una y otra vez el cassette, aquel cassette que me regalaron y aun lo cargo dentro del mi nave de metal con etiqueta y dedicatoria a esos recuerdos y batallas ganadas y por qué no? perdidas por causas de fuerza mayor, por causas de cordura, por causas de desconocimiento y por causas nada ajenas a mi pensar.

Ahora las sombras se pasean, enfriando hasta el ambiente, porque las cosas han cambiado y el canto ya no sale como antes, es más relajado y mucho mas liviano, como una luz eterna que ahora se destapa, pero esa luz ya no me quema la lengua. Y ahora estoy aca despidiéndome de las luces de colores y de la niña que caza mariposas en la oscuridad a la que le dedique versos, amores, besos y rabietas, donde las canciones no me eran suficientes y creo que ahora menos no me seran suficientes para decirle el hasta pronto que se merece, porque los adioses no han sido mi fuerte y con ella menos, sería demasiado radical-absurdo desprenderme de eso mágico que me hizo tanto tiempo reir, transformarme y evoluacionar, decirle adiós sería cortarme el dedo con el que bajo el interruptor de lo cotidiano y donde logro la desconexión justa para diluirme entre letras, música, aromas y roces, esos roces que me hacen entibiarme la piel y hacerme sentir un tanto viva y provocarme a ratos llorar, a pesar que no llore tan fuerte como los demás, creo que es la falta de costumbre o el exceso de sentimiento que no logra salir de este tejido y provoca esa especie de inflamación en mi cuerpo.

Porque realmente nadie nos enseño, nadie nos explico, pero bueno…ya no me quejo, ya he dejado de violentarme, me encuentro en un eterno invernar, donde son, son tantas cosas y ganas de volar y dejarme llevar y poder soltar y enseñarle al corazón que estará bien, que debe ser valiente, que nos caera bien esta nueva etapa, que pronto será mejor, que algún día una taza de café y un té nos volverán a unir con la niña de las mariposas…para mientras el eterno agradecimiento la seguirá y la acompañara como el perro de las lágrimas que describe Saramago.

1 comentario:

El Zopilote dijo...

Buen post...pero mmmm me parece que tambien estas diciendo otra cosa..sera que entiendo bien?
sinceramente espero que no sea el ultimo despegue...

saludos,