Lo has tocado con tu dedo. No tu dedo carnal. Tu dedo que nadie ve salvo tù que vuelas, sentado en la proa de esa alfombra de Dios donde se embarcaron contigo. Tu dedo que me apunta y me acusa de frìvola.
Lo tocaste. No es mera protuberancia aquello que en mì estaba dispuesto a ser tocado palpado, acariciado. Es un lugar. Un lugar donde existìas mucho antes, antes de amor, antes de la vida carnal, antes de los sellos que viniste a romper con tu navaja alacrànica, antes, antes, cuando enla semilla de un gesto de moribundo que acaricia a su amada en la coronilla, estabas tù contenido.
1 comentario:
No pues si los pedos se quedan alla...pero sugerencias no se...me gusta tu blog asi como es por que tiene de todo un poquito, musica, poemas, etc. Gracias por la visita y pues nos estaremos leyendo.
Por cierto buen post este.
saludos,
Publicar un comentario