Nació en Guatemala en 1974. Esta artista visual, que además es poeta, ha convertido su cuerpo en medio de expresión. Su trabajo en el campo de la performance se ha desarrollado de modo coherente, aunque corriendo ciertos riesgos. Es quizás por ello, el peligro y lo poco convencional, que la dimensión de lo que hace no sea comprensible para todos. Aún así sus logros han rebasado con éxito las limitadas paredes de los centros culturales para llegar al público en general y lo más importante, hacerlo pensar, cuestionarse.
Si se puede pensar en una artista controversial, emergente, periférica, en que el concepto de género pesa, es en ella. Crear un perfil se hace difícil por la diversidad que la caracteriza. Es por ello que ha conquistado espacios que sólo le pertenecen a ella. Aunque la mayoría de sus actividades son irrepetibles, los registros brindan una versión aceptable de la intensidad con la que desarrolla sus proyectos.
En 2003 presentó la performa ¿Quién puede borrar las huellas? Este singular ejercicio de crítica incluyó una caminata por el centro dejando impresas, sobre el asfalto, de las plantas de sus pies empapadas en sangre. La secuencia terminó frente al Palacio Nacional de la Cultura, el cual estaba visiblemente acordonado por la Policía Nacional. Moisés Barrios escribió que: “el permanente acto de silencio y cada pisada eran una forma de emular el sufrimiento de todas aquellas víctimas…” relacionadas con el conflicto armado. También, apunta el citado que era una crítica a la posible inscripción de Efraín Ríos Montt como candidato presidencial.
Un tema difícil de tratar es el de los abusos y discriminación latente a la mujer. En una de sus apariciones en la Bienal de Venecia presentó El dolor en un pañuelo (febrero de 1999), utilizando su cuerpo maniatado en cruz, como telón de un vídeo. En el mismo espacio, dos años después, presentó Piel que incluía una caminata por la histórica ciudad de Venecia. En los dos casos estaba completamente desnuda. Habrá que interpretar esa desnudez como acto de vulnerabilidad.
Finalmente acaba de alcanzar, en la 51 Bienal de Venecia de Arte Contemporáneo, un importante premio: el León de Oro en la categoría de Artista Joven. La prensa internacional (Diario Vasco) opina que la pieza Himenoplastía es controversial y de hecho, lo es. En este caso la referencia es la importancia que le dan la iglesia y ciertas culturas a la virginidad como el valor más destacado que pueda poseer una mujer. Regina José Galindo, pese a que guste o no lo que haga, posee poder de obligar a la reflexión. Esto es un buen punto a su favor.
Cipramil
Seguiré aniquilándote cada día
Cada dosis será una bala
te penetrará la carne
romperá tus huesos
doblará tus ansias
Yo veré de cerca como gimes
Como sangras
Y con un poco de suerte
Te veré morir
Entonces abriré la boca
Ceraré mis dientes
y regalaré al mundo una sonrisa
en memoria de mi difunta depresión.
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