Quién me lo iba a decir la U, finalmente está cambiando! Talvez los cambios ya tienen tiempo, pero para mi, es algo innovador, algo de agridulce. Las mejoras talvez no son muchas, las condiciones siguen siendo las mismas y podría jurar que los y las catedráticas siguen siendo la mediocridad a su esplendor, conste que existe su excepción, sólo espero que no sea un mito y algún día sea mi realidad.
Fondo: El año empezó, con los bits de la fiesta de bienvenidad en mi escuela, la suma de adolecentes ebrios y ebrias fue mayor, el reguetón fue el himno y la cerveza como siempre se hizo no sólo presente, sino permanente. El éxtasis de los y las compañeras nuevas en los charcos de libertinaje fue realmente la sensación del semestre y seguramente una de sus mejores experiencias dentro de la universidad. Los encapuchados no podían faltar, ya andan allí pidiendo fichitas para ajustar y llenando el ambiente de cualquier basura que por más que lean, no se les quita (ignorancia, vulgaridad, falta de propuestas, etc.), pero allí están....por el pueblo de Guatemala. Mi clase, sigue repleta, calculo que seremos un grupo de 200 gentes, muy similares a los encapuchados, tratando de sobrevivir dentro de la masa y esperando no quedar detrás de una columna, dentro del aula de clase.
Forma: Porque de todo hay y para todos y todas también. Ahora se cuenta con un circuito de seguridad, según dicen los rótulos. Un transporte interno para el paseo dentro de la u y así evitar casi correr de un lado a otro. Nuevos cafés y comidas, ya el atol se volvió Frapuchino y las pupusas, son historia, junto con la pizza de Al Macarone.
Ayyy la universidad, el centro recreativo de Los Chatos, la desapareción de los portones, el sistena innovador (según la adminstración de la escuela) de asignación vía internet y todas esas realidades que me dejan pasear por sus pasillos. A pesar de tanto cambio, sigue siendo la misma, ese mal llamado: Territorio Liberado.
imagen: google.com
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