jueves, 8 de julio de 2010

Para José....

Hace unas semanas me enteré.  Iba en el carro pensando en que sería un día un tanto largo (llevo meses pensando así), cuando el locutor lo anunció, había muerto, calmado, en su casa, junto a Pilar, su compañera.  Con cierta indiferencia lo absorví, leí la mayoría de noticias entorno a su vida, muerte, trayectoria, etc.  nada que no supiera de él, lo único nuevo ahora era su fallecimiento.  En seguida pensé en su libro sobre la muerte, pensé que esa dama le había remitido la carta y supe que seguramente a él se le había adelantado, le había jugado la vuelta. 

Los días han pasado.  Durante una visita a una venta de libros y/o librería, buscaba un par de obserquios, cuando me encontré con una fila de libros, de distintos tamaños, materiales, ediciones y todos armonizaron para decir su nombre, José Saramago, en infinito.  Fue en ese momento que sentí algo raro adentro, esa especie de caerme el veinte, en ese instante me senté frente a la hilera de libros y pensé:  Mierda!.  Me sentí ahogada y un tanto desolada.

He tratado de continuar la lectura de Caín, sin éxito alguno, tengo aun esa extraña sensación dentro de mi.  Ahora me acompaña sus historias, ésas que me enloquecieron y la mejor dedicatoria que he leído:  ...a Pilar, como si dijera agua.

imagen:  google.com

1 comentario:

GavilaSavilaMavila dijo...

Awww! ojalá él pudiera leer esto!