domingo, 18 de abril de 2010

Un par de discos y un millón de historias

Hace algunos días encontre un par de discos con fotografías,  sin dudarlo empecé a ver qué contenían. Millones de recuerdos, historias y nostalgias estaban allí empolvadas dentro de miles de carpetas con fecha y lugar.  Empecé a sonreír con cierta gana de pasarlas cada vez más despacio, de poder desdoblarme y viajar en el tiempo.   Recordar aquellos países, volver hacer mio el centro de la ciudad, amores y amoras en cada rincón, me provocaron una convulsión.  Una convulsión de pasiones, de miles de olores, de rolas que aun me erizan la piel, de un par de identidades y ganas de tejado; y un poco de esa banca del parque.  Todo estaba allí, archivado en mi memoria y ahora pasando en slides frente a mi. 


El ejercicio aun no termina, verme allí, ver a miles de personas que refuerzas lo que soy, lugares que me rasgaron el alma y miles de cintas asfálticas que me mueven rico dentro, me siguen correteando desde ese día. Por leves momentos detuve la exposición de pasado, en esos instantes pensaba sí realmente había tomado las decisiones correctas, que posiblemente el cambio de camino no había sido oportuno y para variar un poco, me sentí traicionada, traicionada por mi pronta ¨madurez¨. 

Ay esos tiempos de creer en el mundo, de salir a la calle cubierta de euforia, de no tener miedo, de gritar desde el corazón y de poder amar con cada tejido de mi ser.  No es que ahora no lo haga, ciertamente sí, pero la evolución que emprendí me ha hecho distinta, la evolución de aquellas caras de las imágenes ha progresado y otras se han quedado a la deriva.  Únicamente nos queda encontrarnos de vez en cuando en el mismo bar, repactar nuestro indiferencia o simplemente tomarnos de la mano a la distancia, como lo hacíamos antes, antes de que nuestras realidades cambiaran.

Solo me queda un millón de historias e imágenes, varias marcas en el cuerpo y en los labios, sonrisas de pasado, canciones que me dan vuelta el corazón y esa nostalgia que me hace volar a lo que fui.

Imagen:  uno de esos discos / Camotán, mayo 2005.