Tanto círculos que hemos cerrado, tantos ciclos que hemos iniciado, cada uno vinculados, protegidos y alimentados por todas esas cosas que nadie entiende, por esa serie de suspiros, que en silencio hemos tejido durante las noches y esos recuerdos de inicio, donde nadie nos veía en aquellas ventanas de bosque, donde los amaneceres nos llevaron miles de veces a la orilla del mar y donde la luna nos alumbró hasta dejarnos dormir.
1 comentario:
Esos días y esas noches que se van perpetuando impregnados de aroma a almendra y anís!
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