miércoles, 10 de marzo de 2010

Necesitamos pagar el Depa

De todo hay y para todos y todas también.  He de suponer que a partir del concierto de Metallica, empezaran a fluir los buenos grupos, los shows dignos y esperemos que la mara agarre onda y sepa que hacer amontonazón, únicamente pone aun más lento el proceso.  Realmente tengo Fe y pues el romanticismo me invade, en que en algún momento se anuncie la venida de Manu Chao, Moloko, Portishead, Tricky, etc.  Pero mientras fantaseaba, desplazándome por el periférico, mis sueños se vinieron abajo con el grito de mi acompañante....Víste, víste, quiénes vienen!.  Al voltear, el asombró me inundó la vista.


Todo transcurría normalmente, en medio de la caótica Ciudad de México, cinco hombres, no tan jóvenes y un tanto pasaditos de edad, como de peso, jugaban Nintendo 64, tirados en el suelo sin ninguna preocupación, quien iba a decir que su felicidad iba a terminar, cuando un sobre, fuera deslizado por debajo de la puerta, el cual contenía, la orden de desalojo.  El mayor y un tanto sobrio lo tomó con las manos un poco sucias y mal cuidadas, iniciando entonces la lectura de su contenido, al resto.  Entre sorpresa y balbuceo anunció a la manada que debían empacar las sillas pláticas, el sofá/colchón inflable y tomar el par de ceniceros, y mucho mejor si era antes de la fecha, sugirió, porque no querían que se enteraran que les habían embargado la línea teléfonica, que habían tapado el inodoro desde hace meses y que algo extraño rugía dentro del único armario.

Todos se vieron a las caras, más pálidos de lo normal, entre barbas a medio rasurar, calvicie y ojeras, se tomaron de las manos fuertemente y a unísono dijeron, qué hacemos ahora!?.  El más callado, apago el nintendo, fue en busca del frasco designado para los "ahorros", tomó la última moneda y les dijo, tengo que hacer una llamada, creo que es necesario gastarla.  Sin esperar autorización salió.

Luego de 5 minutos empujó la puerta, todos estaban sentados en el colchón inflable compartiendo un cigarro.  No se preocupen, ya está resuelto, nos vamos pa´ Guate.  Finalmente le ordenó al que estaba jugando con un par de cucarachas, vos llamá a tu mamá por cobrar y decile que le caemos por allá y que nos vaya a traer al aeropuerto.  

Y así la paz volvió, tan rápido como va Mario Bros en la pista de carreras, al lado de Luigi.  

  
Si quieren hacerle el ajustón y/o la nostalgia les corrompe el gusto, acá está la información del concierto.

1 comentario:

GavilaSavilaMavila dijo...

AJAJAJAJAJA! me he reído por diosss!! ajajaja!