a esos y esas que me hicieron correr la sangre más rápido y fuerte,
a esos y esas que conocí a través de miles de textos, historias y viajes,
a esos y esas que entre pañoleta, claveles y versos, soñabamos despiertos,
a esos y esas que me gritaban que avanzara a pesar de las dificultades,
a esos y esas que me enseñaron a tomar la lata de pintura y dejar fluir lo que pienso,
a esos y esas que contribuyeron a lo que soy y también me hicieron ver lo que no quiero ser,
a esos y esas compas, hermanos y cómplices, que a pesar de todo estamos unidos y unidas,
con solo pensarnos.
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