jueves, 28 de febrero de 2008

Un poco de mucho Pablo Neruda

Veinte poemas de amor y una canción desesperada
Poema No.5

Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tú las oigas como quiero que me oigas.

El viento de la angustia aún las suele arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces las tumban.

Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.
Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.

Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.

Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas.


Porque déjame entrar...sencillamente eso se pide a
gritos a la persona tan amada y nada correspondida, donde se saca lo mejor de
un@ y se transforma en puro amor para lograr entrar por donde se le dé un poco
de espacio, escabulléndose a través de la luz para que las miradas se choquen y
puedan encontrar esa conexión que un@ de los dos siente por el otr@.

Poema No.10

He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.

A veces como una moneda
se encendía un pedazo de sol entre mis manos.

Yo te recordaba con el alma apretada
de esa tristeza que tú me conoces.

Entonces, dónde estabas?
Entre qué gentes?
Diciendo qué palabras?
Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?

Para resistir la entrada al adiós, donde no se avanza en una posición tan
estática y resistirse a soltarle la mano al cadáver del amor…porque el amor así
es tan adictivo donde su desintoxicación debe ser un grandes sorbos de tristeza
y añoranza, ahogándolo con versos mal escritos y bien escritos para los
afortunados y lograr arrancarse con frases lo que fue.

Poema No.15

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Porque tomas cada parte de mi, llenándome el alma, rompiendo tejidos para
luego hacerme tuy@, haciendo que la distancia no sea un impedimento y que mis
palabras sobren para alcanzarte únicamente con el pensamiento lleno de
sentimiento…ya que en casos como éstos las palabra sobran, se quieren decir
tantas cosas y se condensan en un silencio lleno de ganas de amar, sellándolo
con ese beso en la boca que no necesita ser erótico para lograr plasmar lo que
se siente dentro.
Poema No. 20

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
Y posiblemente nunca lo seremos, porque hemos avanzado tanto tiempo juntos
o tan poco para algunos, donde hemos dado lo mejor de nosotros para hacer crecer ese amor que teníamos o fingíamos mantener…ya que en esto del sentimiento se llega el día de decir adiós, sin siquiera desearlo o con la intensión a medias
de que no ocurra, porque somos tan propensos a dejarnos llevar (en algunos
casos) y en otros a mantener eso que no cuaja por más que lo abonemos.

1 comentario:

Esteban Biba dijo...

Algunos califican ha algunos poemas de Neruda como oscuros y deprimentes, pero la verdad son sentimientos con los que todo ser humano debe lidiar. Y se nota en tus comentarios que son una reproducción de sentimientos por los que ya pasaste.