Hace algunos días me provocaba la idea de transmitir esas imágenes que pasan por mi cabeza mientras hago el scrabble del año, digo año porque ese juego de letras, múltiplos y números no me fluye o sin el quizás, no me da la gana.
Porque los sentidos pasan en pedazos con bonitos tonos, algunos difuminados y otros tan vivos que pienso que se me salen por los ojos y termino hablando con ellos mientras sorbo café helado instantáneo, aprovechando a que el Ahora dejó de meterse entre mis alteregos y sin urgencia todos los Presentes hacen una ronda alrededor de lo que sí se me da.
Pasan las letras marcando cada fotografía y dan ganas de acercarse un tanto para besarte bien quedo. Volverme canción así como aquella rolita pasada de moda que se escucha en el bar de cerillos y tinta china. Dos calles atrás el aire voló como todos los días, restos de templos se pusieron contra sol y cunas completas hicieron zanjas para darle camino a la luna de tiempos de humedad y falta de lluvia en pleno valle de cristales y azulejos mal pegados.
Alguien me dijo que se sabe vivir entre lo que ya no somos para nadie, más que olvido y recuerdos pegados con alfileres pero todavía tengo mis dudas, tan grandes que brinco en ellas y de un solo golpe caigo en mis adentros para repintarte e imaginar otra vez esas imágenes sin hilo conductor que tanto me gustaría transmitir con azar y porque no, en stream.
No hay comentarios:
Publicar un comentario