Mientras nadie me ve, me desdoblo. Desconecto todo, apago las luces y cierro los ojos. Sueño con noches con paisajes llenos de saltos y dulces. Ruego por amaneceres con la luz justa y energías positivas. Me cubro el cuerpo de arena azul, me lleno la boca de caracoles que cantan historias pasadas y bailo con los brazos abiertos. Y de vez en cuando, juego con la soledad, y juntas le escribimos cartas a la muerte para desearle buenas causas.
Así paso las tardes, mientras nadie me ve.
1 comentario:
Qué bonitos deseos los que te juegan en la mente :)!
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