La valentía no es más que un mito urbano que se apila junto a la libertad, el ser y las ganas. Esa energía que considero que llevo dentro pero que no termina de cuajar. He aceptado, sin mortificarme y tocándome lo más profundo de mi ser, que no es más que una utopía.
Vivo en una constante autocensura, he creado murallas de mecanismos de defensa a mi alrededor y mis silencios ahora son más largos, pero sinceros. Mis cuestionamientos ahora son más relajados y vagos. Desde hace un tiempo, la aceleración ha disminuido, la flexibilidad habita mis actividades y las ganas, no me ahorcan como antes.
Luego de llegar a la conclusión de no serlo, el no serlo me ha dado tranquilidad. Quien quita que pronto sea menos radical y "el perdón" lo logre incluir en mi modo de vida.
1 comentario:
Y esa calma se siente y se refleja en tí!! luv yu! este nuevo look lo confirma...mucha paz y calma!
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