Luego de un mes completo de fútbol, de alegrías superficiales, favoritismos a países lejanos al nuestro y burlas aquellos y aquellas que únicamente les quedó la gana de ver avanzar a ese que le apostaban, se terminó el mundial. He de confesar que fui parte de esa masa, no tan eufórica pero me apunté a las actividades propias de este tipo de eventos, no a todas pero de que estaba allí, lo estuve.
Luego de ese mundial distractor, tendremos que volver a nuestra realidad, ahora retomaremos las discusiones de la reconstrucción de Guatemala, la arena que todavía se desplaza de techo en techo, el caso de Rosenberg (¿y las camisetas blancas?) y a Portillo que ahora ve venir más cerca la condena y gringa para joderle la existencia. Finalmente, el Congreso retomará sus actividades, esperemos ya los y las diputadas hayan regresado y se decidan a darle paso a esa agenda legislativa que ha sido tantas veces engabetada como los intentos de investigar a la Sra. Torres de Colom, por los programas de gobierno que "dignamente" es figura e imagen institucional.
Duró lo que tenía que durar, ahora nos queda reorganizarnos y olvidar esos horarios que sin dudarlo los teníamos tatuados en nuestra mente y buscar un nuevo tema de conversación. Para los y las que aborrecieron este mes, estarán más que felices. Ha disfrutar se ha dicho!, porque falta tan solo cuatro años para el próximo.
imagen: google.com
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