
Resonó en nuestras cabezas, como una broma, pero luego de reirnos y ahogarnos en el postre del día, la idea no parece tan remota. Toda esta idea surgió bajo la discusión, de los porqués: problemas en el amor, económicos, las carencias sexuales, los excesos de toda índole, las farras que por una u otra razón hemos sido parte, etc., pero ninguna de las posibilidades fueron comunes en nuestras vidas. Cosa que vino a validar, aun más el hecho de que alguien tenía que ver con nuestros dolores y pues sin dudarlo empezamos a alimentar la idea.
En un segundo, nos convertimos en pequeñas muñequitas, claro bien hechas y con trajes adecuados a la ocasión; posiblemente alguna de nosotras enfrascada con la foto de ese ser infeliz, debido a nuestra indiferencia (responsable de los hechos) y las otras dos, pegadas en un pedazo de corcho con miles de alfileres. El escenario se fue creando, las causas fueron creciendo y las personas responsables llenaban e inundaron nuestras mentes, para caer a analizarlas una a una; pero luego de un momento, el silencio invadió el lugar, para quedarnos pensando, entre el embriague de carcajadas.
Luego de un momento, con cierto miedo, nos vimos largamente, volteamos a ver a la más "sana" de las tres y con una sonrisa inexplicable, le pedimos que se cuidara y nos hiciera justicia. Esta vez, no fui yo, la sobremesa se rompió luego de escuchar nuestra propia condena e inmediatamente decidimos hablar de la situación financiera de la oficina, para tratar de espantar esa energía que habíamos generado.
imagen: google.com
1 comentario:
Qué interesante...te imagino pegada en el corcho! Bien dicen que varias mujeres juntas en un mismo espacio por un largo período de tiempo, generan energías peculiares!
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